Tu cuerpo se esfuerza por mantenerte a una temperatura específica, aunque el entorno sea más cálido o más frío. El cuerpo humano generalmente se mantiene alrededor de 37°C, que equivale a 98 ó 99°F. Pero si sientes demasiado calor y tu cuerpo ya no puede mantenerse fresco, puedes enfermarte por sobrecalentamiento.
El sobrecalentamiento puede causar serios problemas de salud, así que es importante que tomes medidas para mantenerte fresco/a cuando hace calor. Si comienzas a sobrecalentarte debes actuar inmediatamente para enfriarte.
Cuando pasas tiempo al aire libre no sólo debes pensar en cómo mantenerte fresco/a. La luz del sol no sólo puede calentarte, sino también quemarte. Como la luz del sol tiene rayos UV invisibles, el exponerte demasiado es malo para la piel y puede causarte una quemadura de sol. Una quemadura de sol hace que te duela la piel y se vuelva roja. Las quemaduras de sol generalmente desaparecen después de unos días, pero con el tiempo, demasiados rayos UV pueden causar graves problemas de salud. Los rayos UV también son malos para los ojos y pueden dañar tu visión.
¿Sabías que el sol puede quemarte en un día fresco e incluso nublado? Es importante proteger tu piel y tus ojos siempre que pases tiempo al aire libre.
Afortunadamente hay muchas maneras de refrescarse y protegerse del sol en días calurosos.
¿Sabías que más de la mitad de tu cuerpo está compuesto de agua? Cuando tienes demasiado calor, tu cuerpo suda para enfriarse. El sudor está hecho principalmente de agua, pero también incluye sal y otros minerales importantes que las células de tu cuerpo necesitan para funcionar correctamente. En días calurosos cuando sudas mucho, es importante que bebas mucha agua para reemplazar la que vas perdiendo por el sudor. Pero también es importante ingerir suficiente sal y otros minerales claves.
¿Qué crees que sea lo más fresco, estar al sol o estar bajo la sombra? Si adivinaste la sombra, tienes razón. Si estás afuera, a la sombra estarás mucho más fresco/a que si estás al sol. Una importante manera de mantenerte fresco/a es alejándote del sol. Si no hay edificios o árboles a tu alrededor que den sombra, también puedes usar una sombrilla para crear tu sombra portátil. La sombra también ayuda a proteger tu piel y tus ojos del sol.
¿Sabías que el color de un objeto puede cambiar qué tan caliente se pone al sol? Los objetos de colores claros reflejan más luz, y por eso se mantienen más frescos. Los objetos más oscuros absorben más luz, y por eso se calientan más. Si estás al sol y quieres sentirte más fresco/a, la mejor opción es usar ropa y accesorios de colores más claros. Estas diferencias desaparecen cuando se pone el sol, pero considéralo cuando hace sol. También otros materiales responden a las diferencias de color. Las calles de asfalto negro pueden calentarse mucho más que las aceras que son de color más claro.
Además del color, el material también es importante, sobre todo con la ropa. La ropa ligera y suelta hecha con tela que "respira" (que permite que se mueva el aire) te ayudará a mantenerte más fresco/a. Eso no cambia después de ponerse el sol. La ropa también puede ayudar. Aunque un protector solar ayuda a proteger tu piel del sol, la ropa suelta de manga larga es mejor todavía.
No olvides proteger tu cabeza. Un sombrero le da sombra a la cabeza y al cuello, y también ayuda a proteger tus ojos del sol. Los lentes oscuros también pueden proteger tus ojos (aunque no todos—asegúrate de que sean capaces de bloquear los rayos UVA y UVB). Y si tu ropa no las cubre, también debes aplicar protector solar a las orejas y las manos.
Además de beberla, el agua puede usarse para algo más, especialmente en un día caluroso. El agua puede ayudar a refrescarte por medio de la evaporación. La evaporación es cuando el agua cambia de un líquido a un gas. Cuando pones agua a calentar, ¿has notado que se evapora? El calor es una forma de energía. A medida que el agua absorbe calor, sus moléculas se mueven cada vez más rápidamente, hasta que se separan del agua convirtiéndose en gas. Así es como ingresan al aire.
Aquí hay algo importante que puede ayudarnos. Cuando el agua se evapora, las moléculas pueden llevarse el calor con ellas. Así que si mojas tu piel, el agua absorbe el calor de tu cuerpo, ¡y al evaporarse se lo lleva! Esto reduce la temperatura de tu piel (y de tu cuerpo). El agua también puede bajar la temperatura de otros objetos, o incluso la del aire.
Hay sistemas de enfriamiento (como los enfriadores de pantano y los sistemas de nebulización) que se valen de la evaporación para enfriar el aire. Tu cuerpo también usa la evaporación para enfriarse. Cuando tu cuerpo se calienta demasiado, emite sudor. A medida que el agua en el sudor se evapora, te enfría.
Pero no tienes que depender del sudor. Para refrescarte usando la evaporación, moja tu piel con una botella nebulizadora, y al secarse se va a enfriar. También puedes mojar una toalla con agua fría y ponerla sobre tus hombros. O puedes humedecer tu camisa o tu cabello con agua antes de salir. La brisa de un ventilador también ayuda a que el agua se evapore más rápido.
También es por la evaporación que los espacios donde uno puede jugar en el agua pueden sentirse más frescos. El agua ayuda a enfriar el aire. Los parques con árboles y áreas con césped también son más frescos que los parques de pura tierra, porque las plantas emiten agua que ayuda a enfriar el aire.
Ahora que dominas los conceptos básicos de la seguridad contra el calor y el sol, ¡es hora de poner tus conocimientos a la prueba! Al ir jugando encontrarás los elementos que pueden ayudar a mantenerte fresco/a y aprenderás más todavía sobre cómo resguardarte del calor. No te olvides de revisar a menudo el indicador de salud de tu avatar para evitar que se sobrecaliente al explorar el mundo del juego. Y si llegas a la segunda parte del juego, aprenderás lo que hacen otros animales para sobrevivir en el calor. Si necesitas más ayuda, visita la página de Cómo jugar. ¡Buena suerte!