Puedes apreciar las flamas crujientes de la hoguera. Las luces naranjas bailan y cambian como si tuvieran una mente propia.

¿El fuego está vivo?

Para ti, este fuego puede parecer que tiene vida. Lo mismo se podría decir de los incendios forestales. Pueden agrandarse, propagarse, y apagarse, tal como si tuvieran vida, en vez de ser simples reacciones químicas; sin embargo, los incendios ciertamente no tienen vida, aun cuando estos necesitan de seres vivos para existir. Pero ¿qué es el fuego entonces?, ¿cómo puede moverse?, ¿de qué está hecho?

¿Qué es el fuego?

Esencialmente, el fuego es una reacción química que vuelve el combustible y oxígeno en vapor de agua y otros gases. El fuego necesita de 3 cosas principales para poder existir: Combustible, oxígeno del aire y calor. Juntos, estos ingredientes son llamados “El Triángulo del Fuego”, porque si quitas uno el fuego se apagará. El fuego también necesita de chispa, calor o incluso una pequeña llama para iniciar.

Un incendio puede iniciar repentinamente cuando algo lo suficientemente caliente entra en contacto con una fuente de combustible como árboles, césped seco o una pila de hojas. Las cosas se calientan y porciones de oxígeno y la fuente de combustible se destrozan y combinan en pequeñas mini explosiones; sin embargo, esta reacción no crea las flamas amarillas y naranjas que puedes ver.

Esas lenguas vibrantes y anaranjadas están hechas de pequeñas moléculas de hollín caliente despedidos por el combustible. Los microscópicos pedazos de carbón y ceniza son tan calientes que se convierten en gas mientras brillan y emiten luz antes de ser consumidas por el calor. El mismo efecto lo puedes observar en la lava brillante o el metal candente. El calor aumenta (así es como los globos aerostáticos funcionan), así el calor del fuego lleva consigo los fragmentos de hollín al aire, creando flamas oscilantes.

Aunque los incendios son creados a partir de vida, estos también ayudan a crear más vida. La madera y la hierba que alimenta al fuego puede liberar nutrientes almacenados en plantas muertas. La ceniza de estos incendios puede ayudar a que nuevas plantas crezcan. El fuego es parte del ciclo de la vida.

También puedes imaginar al fuego como lo opuesto a la fotosíntesis. Las plantas usan energía del sol para crecer y crear tejidos, a este proceso se le llama fotosíntesis. Durante la fotosíntesis, las plantas también liberan oxígeno, pero el fuego destruye este material vegetal y libera toda la energía al aire en forma de calor y flamas. Incluso usan el oxígeno del aire mientras arden .

El fuego calienta todo a su alrededor, así, cuando una pequeña chispa o brasa o incluso una flama vuela y entra en contacto con algún combustible cercano…habrá problemas. Hay: combustible, calor y aire, todo lo que necesita un incendio para iniciar y propagarse. El fuego ha ayudado a los humanos por cientos de miles de años. Lo hemos usado para cocinar comida, calentar nuestras casas y generar electricidad, pero, de no ser cuidadosos, el fuego puede volverse mortal también.

Los peligros de los incendios forestales

El humo gris cubre al sol y oscurece el cielo, incluso durante el día. En la distancia, flamas brillantes y anaranjadas destruyen hogares y hacen del paisaje una pesadilla. Equipos de bomberos hacen su mejor esfuerzo para controlar el desastre, pero parece que todos los árboles se incendian por kilómetros y kilómetros. No hay duda de esto, los incendios son sumamente aterrorizantes.

Los incendios forestales pueden destruir construcciones y hogares, quemar bosques e incluso cobrar vidas si se salen de control. Muchas familias y comunidades han tenido que abandonar sus hogares cuando los incendios se avecinan. Cada año, los incendios cuestan más de $5 mil millones de dólares estadounidenses en daños, y este número solo crece. Algunos científicos estiman que el costo total de los incendios ocurridos en California en 2018 fue alrededor de $150 mil millones a $400 mil millones de dólares.

Incluso si no vives en el área donde ocurren los incendios, estos pueden aún hacerte daño. Los incendios gigantescos despiden una enorme cantidad de humo y hollín al aire. El humo de los incendios puede hacer peligroso el aire que respiramos a kilómetros de distancia.

Si estos incendios son grandes, pueden amenazar a la vida animal. Muchos biólogos temen que los incendios de 2020 en Australia hayan extinguido animales en peligro de extinción. Parece ser que muchos de ellos lograron sobrevivir el incendio, pero ahora sus hábitats están destruidos, por lo que siguen en problemas.

Los beneficios de los incendios forestales

Aunque en las noticias los incendios forestales son a menudo perjudiciales, en realidad la mayoría de incendios forestales son buenos, pues ayudan al medioambiente. Los incendios naturales fueron parte del bienestar del planeta antes de que los humanos evolucionaran. La caída de rayos provoca incendios forestales cuando caen sobre árboles viejos y muertos o hierba seca.

Pero cuando estos incendios naturales incendian una zona, proveen espacio para que nuevas plantas crezcan. De hecho, algunas plantas necesitan de estos incendios para poder vivir; a estas plantas las llamamos pirófilas. Por ejemplo, en Estados Unidos, los Pinos Contorta y los Árboles Australianos de Madreselva en Australia producen semillas en forma de cono o piña que se abren con el calor del fuego. De este modo, las semillas pueden germinar después del incendio, cuando hay menos competencia por la luz del sol. En muchos lugares, los incendios son parte de un ciclo de vida natural y saludable.

Parece raro, pero los pequeños incendios pueden prevenir grandes incendios. Los incendios pequeños, siendo menos peligrosos, pueden quemar y deshacerse de los troncos muertos y secos y las plantas que se acumulan por un corto periodo de tiempo. Estos incendios pequeños no son lo suficientemente calientes para lastimar árboles vivos y bien asentados. Pero sin los incendios ocasionales, los bosques se llenarían lentamente de troncos muertos cubriendo la tierra. Después, cuando un incendio empieza (y en la mayoría de casos, un incendio eventualmente empezará), hay tanto combustible que el incendio arderá tan avivadamente que puede salirse de control. Estos incendios enormes son extremadamente peligrosos y pueden matar incluso a los árboles vivos más fuertes.

TEste es el porqué de entender la importancia del fuego. El fuego como tal no es bueno ni malo. Lo importante para nosotros es prevenir incendios malos y promover incendios buenos. Si desarrollamos las estrategias correctas usando nuestro conocimiento en incendios forestales podríamos encontrar en el fuego un aliado, en lugar de un enemigo.

El fuego correcto para los lugares correctos

Al rededor de todo el mundo, plantas y animales han encontrado la manera de vivir en harmonía con los incendios que normalmente suceden en dónde viven. Pero hay varios tipos de incendios forestales a través del planeta: algunos más grandes que otros. Algunos se propagan con rapidez, pero levemente; otros son lentos, pero intensos. Algunos queman el paisaje entero, otros solo queman pequeños pedazos de tierra sin extenderse más lejos.

Además de esto, la cantidad de tiempo entre incendios puede variar también: En algunos lugares los incendios ocurren cada año, mientras que en otros lugares solo suceden cada 120 años. Estos patrones de incendios son llamados “regímenes de fuego”. Cada lugar en el planeta tiene su propio régimen de fuego y los animales y plantas están acostumbrados a ellos.

Puedes pensar en los regímenes de fuego como patrones de lluvia: Diferentes lugares necesitan diferentes cantidades de lluvia. Si tú, de alguna manera pudieras cambiar la cantidad de lluvia entre un desierto y una selva, ¡sería una catástrofe para ambos lugares! Si hay menos agua de lo normal los animales estarán sedientos. Si hay más agua de lo normal, las inundaciones podrían barrer con todo a su paso. Todo se trata de emparejar el patrón correcto para el lugar correcto. Esto es el porqué de estudiar los incendios forestales y aprender que tipos de incendios corresponden a cada ambiente

Imagen del cielo lleno de humo por Karla Moeller.