¿Qué es un ecosistema?

Es frecuente escuchar la palabra ecosistemas en las noticias y también en las escuelas, pero, qué es un ecosistema? Para comenzar, echémosle un vistazo a la palabra que lleva en si pistas para entender el significado. “Eco” proviene del vocablo griego y latíno que siginifica, “casa”. Asi que “eco” significa que todas las partes coexisten, como si estuvieran juntas en una casa. Probablemente has escuchado la palabra “sistema”, en muchos lugares y que significa “partes interactivas”. Entonces la palabra “sistema” nos dice no solo que esas partes existen juntas y viven juntas en una misma casa, sino que lo que afecta a una afecta a las otras también.

Piensa en la última vez que estuviste afuera. Probablemente estuvistes afuera de tu casa o de tu escuela. ¿Qué vistes? Quizás vistes cosas vivas como hierbas o personas. También debes estar recordando cosas no vivas como concreto, tierra o quizás charcos de agua o montones de nieve. Un ecosistema contiene todas esas partes que puedes ver, como el tierra, agua, insectos, rocas, aves, árboles y personas. También, existen cosas que no puedes ver a simple vista, incluyendo organismos microscópicos como bacterias, hongos o moléculas de comida y nutrientes que están en el agua, tierra y aire.

Usualmente, los ecosistemas son confundidos con otra palabra, hábitat. Esta describe las condiciones particulares que un organismo necesita para vivir. Por ejemplo, una ballena necesita agua salada y necesita alimentarse de peces, roedores necesitan plantas para comer y tierra para hacer sus madrigueras y vivir dentro de ellas, y gigantes sequoyas (un árbol), necesita muchísima agua y muchos nutrientes del suelo. Los ecosistemas incluyen mucho mas que los requerimentos necesarios para que un organismo viva. Los ecosistemas incluyen interacciones entre muchos tipos de organismos y factores abióticos del ambiente también.

¿Dónde están los ecosistemas?

Ahora que sabes que significa ecosistema, tendrás una buena idea de dónde encontrar uno! Pero quiza te sorprenda la diversidad de lugares en los que puedes encontrar un ecosistema. Sabías que tu boca sostiene un ecosistema? Sí, frota tu lengua sobre tus dientes cuando te levantes en la mañana. Notas una capa viscosa? Esa capa es parte del desarrollo de un ecosistema. Tu boca tiene muchos tipos de organismos microscópicos viviendo en ella, incluyendo bacterias, hongos y protozoarios. Estos organismos obtienen el alimento y los nutrientes que necesitan para vivir de la comida que tu ingieres cada día. El tipo de comida del que te alimentas les permitirá crecer mejor a unas que a otras. Tus dientes son superficies que pueden soportar a los microorganismos, mientras crecen y se reproducen, pero los microorganismos también pueden provocar un medio ácido y cambiar así, la estructura de tus dientes (provocándote cavidades).

Después de cepillarte los dientes y te vas para la escuela o al trabajo, y asi te encontrarás dentro de un ecosistema que puede ser un pueblo o una ciudad. O quizás vivas en un bosque o en una granja. De hecho, tú eres parte de un ecosistema porque interactúas con las otras partes del ecosistema. Tu te alimentas de otros organismos y tus desechos son utilizados por otros organismos para llevar a cabo su crecimiento. También respiras aire y tomas agua que esta presente en tu ecosistema, y haciendo esto, cambias el perfil del aire y el agua. Los ecosistemas no son definidos por su escala, pueden tener cualquier tamaño. Si miras a tu alrededor empezarás a observar muchos ejemplos de ecosistemas como lagunas, lagos, arrecifes de coral, ríos o todo el océano. Y puedes notar que el tamaño no es parte de la definición de la palabra ecosistema.

¿Cómo funcionan los ecosistemas y qué hacen?

Ahora que sabemos que los ecosistemas están alrededor nuestro, tratemos de descubrir como funcionan realmente! Sabemos que los ecosistemas están compuestos por muchos factores bioticos y abióticos en constante interacción, estas interacciones limitan la capacidad y función de los ecosistemas. Primero, un ecosistema necesita energía para trabajar. Justo como lo hace la computadora que estás viendo ahora mismo. En muchos, la energía primero entra al ecosistema mediante el sol. Habrás escuchado hablar alguna vez de sistemas electricos dependientes de la energia del sol. Bueno, muchos ecosistemas están respaldados por la energía solar. Las plantas y algunas bacterias pueden capturar energía de la luz solar y la almacenan en sus tejidos. Usan la energía para crecer y reproducirse.

La energía capturada por las plantas no se queda en ellas para siempre. Las plantas son alimento para los consumidores, por lo tanto, la energía en los tejidos de las plantas es transferida a los organismos que se alimentan de ellas. Los depredadores obtienen su energía alimentándose de los consumidores. Las plantas y animales muertos son alimento para pequeños microorganismos como bacterias y hongos. Probablemente, ya conoces mucho sobre las relaciones alimenticias, conocidas como cadenas tróficas. Las cadenas tróficas permite que la energía fluya mediante el ecosistema y le confiere a otros muchos organismos, como las personas, realizar muchas actividades.

Los ecosistemas incluyen cosas que son visibles ante nosotros como, agua, suelo y vegetación. También incluye cosas que no son visibles o tangibles ante nuestros ojos, como aquéllos organismos que viven bajo la superficie de la tierra y microorganismos que son muy pequeños ante nuestros ojos. Los ecosistemas incluyen no solamente materia viviente, sino también materia no viviente, y también todo esto incluye interacciones entre ellas. En este ecosistema boscoso, se observa precipitación, representada con flechas azules, que pueden estar siendo tomadas posiblemente por las raíces de las plantas, o pueden estar filtrándose mediante el suelo y se almacena como aguas subterráneas. La luz solar, mostrada en amarillo, provee energía a las plantas. Esta energía puede estar siendo transferida a los animales que comen plantas (mostradas mediante las flechas verdes), como el venado en el bosque. La energía en plantas también puede estar siendo transferida mediante los organismos descomponedores (flechas chocolates), como lombrices de tierra y bacterias que viven en materia muerta de plantas o suelos. Algunos microorganismos, se adhieren a las raíces de las plantas y ayudan a la misma a capturar nutrientes que los descomponedores van obteniendo y degradando en la materia muerta. (créditos por la foto: Paula Flynn, Extensión de la Universidad del Estado de Iowa).

Si nunca has tomado vitaminas, comienza a comerte tus merecidas porciones de vegetales, o anímate a tomar una bebida energética, ya sabes que la comida contiene más que energía! Los organismos obtienen nutrientes esenciales como el nitrógeno y fósforo de sus alimentos en adición de la energía. El ciclo de nutrientes mediante los factores abióticos y bióticos en un ecosistema se transfieren mediante organismos en la cadena trófica. Los nutrientes también pueden ser convertidos en formas, se pueden mover en el ecosistema; como en el agua o en el viento o simplemente vivir por todo el ecosistema. Sigue el salmón para atrapar que pasa con aquéllos nutrientes que son inicialmente liberados al ecosistema.

Habrás escuchado sobre la sensibilidad que tienen los ecosistemas y que pueden cambiar con la menor influencia externa. Los ecosistemas están cambiando constantemente, por lo tanto, es cierto que rara vez los ecosistemas permanecen iguales por largos períodos de tiempo. Pero los ecosistemas están lejos de ser delicados. A veces los cambios en éstos, son lentos y graduales, como cuando un bosque está creciendo, como cuando un grupo de plántulas están en pleno crecimiento para ser árboles completamente maduros. En otros tiempos, los cambios pasaban rápidamente. Fuegos, inundaciones o erupciones volcánicas pueden fácilmente quitar del paso, gran parte de los factores bióticos de un ecosistema y pueden inclusive cambiar los factores abióticos.

Usualmente los ecosistemas amortiguan los grandes cambios y regresan a lo que inicialmente eran, antes de la ocurrencia de algún fenómeno o evento natural. Usamos el término flexibilidad para describir la habilidad de revertir un gran cambio en las condiciones. Sin embargo, existen cambios extremadamente largos o devastadores que simplemente no podrán ser revertidos. El calentamiento global y el insumo de fertilizantes que provienen de la agricultura son ejemplos de fuerzas que los ecosistemas usualmente no volverían a su estado inicial.