Un paseo por la playa

Estás en la playa durante la puesta del sol, viendo el océano. Sientes la arena entre tus dedos mientras contemplas los últimos rayos de sol esconderse en el horizonte. Quizás pienses que el océano es interminable, que sigue muy lejos, hasta donde puedas ver. Esto es cierto en su mayoría, pero resulta ser que “hasta donde puedes ver” es tan sólo una pequeña parte del océano.

 

La placa continental norteamericana. Pulsa aquí para ver más detalles.

La región del océano que puedes ver desde la playa es el bioma marino costero o zona litoral.  Se extiende desde la línea de marea alta hasta la placa continental, donde la corteza terrestre desciende súbitamente hacia las profundidades del océano.

La placa continental es precisamente eso – una placa –  que eleva a las criaturas que habitan en ella hacia aguas menos profundas. En su punto más profundo, este bioma generalmente llega a los 200 m (600 pies). Debido a que estas aguas tienen poca profundidad, la mayor parte de los rayos del sol llegan hasta el suelo marino, haciendo de éste un excelente entorno para el crecimiento de distintos organismos.

Podemos encontrar al bioma costero bordeando todos los continentes y en cualquier clima. Esta combinación de rayos solares, agua y varios climas resulta en una amplia gama de hábitats a lo largo de la costa. Algunos de estos hábitats son: los arrecifes de coral, bosques de algas marinas, estuarios fluviales, praderas submarinas, y pantanos salinos. En las aguas salinas costeras hasta podemos encontrar manglares.

El mar costero es poco profundo y está protegido, lo que lo hace un lugar maravilloso para la reproducción y crianza de distintos organismos. Muchas ballenas hembra migran hacia bahías y ensenadas en las costas para criar a sus ballenatos. Pequeños peces y larvas de crustáceos crecen y se hacen fuertes en estuarios fluviales.

 

Estos estuarios (también llamados deltas) sirven de criaderos y proveen alimentos y protección ante depredadores como tiburones, ballenas y peces más grandes que no son capaces de entrar en aguas poco profundas. Muchos estuarios y zonas costeras tienen praderas marinas, algas y manglares que sirven  como escondites para animales jóvenes. 

Las zonas costeras saludables también protegen al ser humano y hábitats en el continente. Las islas costeras actúan como barreras, interponiéndose entre olas y tormentas provenientes del mar abierto. Sin la ayuda de estas barreras, las ciudades al pie del océano se inundarían con el paso de tormentas. Los arrecifes de coral también ayudan a reducir el tamaño de las olas en ciertos océanos. 

Imágenes adicionales adquiridas por medio de Wikimedia Commons. Imagen de Big Sur de NOAA.